Esta ha sido la foto que más interesante me ha parecido de todas las que hay en nuestro grupo de flickr. En ella se ve a un grupo de chicos haciendo cola para utilizar una de las máquinas que hay en la universidad. Cada uno de los chicos está mirando su móvil, enanchados a él cómo si se tratase de algo que les da la vida, algo con el que sin él no podrían vivir.
Cada día vemos como el teléfono móvil va
ocupando día a día un lugar más importante en nuestras vidas, no nos separamos
de él ni para comer, incluso cuando estamos estudiando estamos más atentos del
móvil que de memorizar los contenidos.
En este ejemplo vemos como cualquier lugar es
propicio para estar enganchado al teléfono, sentimos esa ansia de estar
comunicados en todo momento. Ahora parece que estar unas horas sin conectarte
al whats app es síntoma de locura, imagínate si todavía sigues teniendo móvil
sin Internet…
En conclusión, esta imagen me hace reflexionar
sobre lo que ha cambiado la sociedad en unos pocos años; cuando yo tenía 12
años solo me preocupaba de jugar al fútbol, de terminar mi colección de cromos
de la liga y de ver “Oliver y Benji” cada mañana. En cambio, los niños de 12
años de esta nueva sociedad ya tienen los últimos modelos de smartpohne y
únicamente les preocupa “estar a la última”.
Con esto no quiero decir que no debamos
avanzar, lo que pretendo expresar es que en esta nueva sociedad se le está
dando demasiada importancia a las cosas materiales, cosas en las que ponemos
nuestra felicidad y en realidad no valen nada.
“las cosas buenas no deberían cambiar nunca”.